El martillo es la herramienta común para muchos oficios, no sólo para la carpintería. Puede que cambien un poco su formato, según los materiales que tratemos. El secreto del buen uso del martillo reside en unos pocos consejos, que parecen tontos, pero el no aplicarlos sería arruinarnos el día de trabajo.
Se debe tomar por el mango, lo mas lejos posible de la cabeza del martillo, bien al extremo, rodeando con firmeza todo el perímetro con la mano.
Eso hará que se aplique la mayor fuerza sobre el punto al golpear. Nos cansaremos mucho menos, y nos evitaremos accidentes innecesarios. Otro detalle a tomar en cuenta es que debemos poner el dedo indice estirado sobre el lomo del mango, eso le dará dirección, evitando que la cabeza gire al golpear, evitaremos que la herramienta se nos caiga al piso o a nuestros pies. Como dije antes, lo veremos en accíón.
Su cabeza en el mango debe estár bien encajada. Se debe colocar una cuña metálica o de madera encajada en la parte superior del mango, en la cabeza, para que al martillar no se salga.
Se debe rectificar la cabeza del martillo con una piedra o amoladora de banco, para que el golpe en el clavo sea bien de plano, y éste no se tuerza.
Nos vemos en la próxima.
No duden en preguntarme.
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